Agricultura proyecta una caída de 2% para el sector este año y de 5,6% en sus exportaciones
Sin embargo, el gerente de Estudios de la SNA advirtió que la proyección depende de “qué tan prolongada sea esta crisis”.
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Un diagnóstico no tan pesimista como el resto de los sectores económicos, pero que todavía es incierto, entregó hoy el gerente de estudios de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Francisco Gana.
En el contexto del foro dígital "Economía en cuarentena", organizado por la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), Gana- junto a otros jefes de estudios de distintos sectores- hizo un balance acerca de la actual situación que enfrenta el agro en medio de la pandemia del Covid-19.
En el primer trimestre, las exportaciones agrícolas cayeron un 5,3%, merma que Gana define como "acotada pero importante" y que prevé que se extienda entre 5% y 5,6% durante este 2020.
"El consumo de alimentos es menos elástico, por lo tanto se ven menos afectados por una crisis", señaló el gerente de Estudios de la SNA
Sin embargo, el sector exportador tiene una incidencia importante en el Producto Interno Bruto (PIB) total del rubro agricultor.
"Nosotros calculamos que por cada punto que el sector exportador cae, un 0,3% del PIB agrícola cae", explicó, señalando que "si estamos hablando de un 5% de caída en las exportaciones, entonces (el PIB agro) caería un 2%".
Una proyección que el ingeniero todavía ve con incertidumbre, ya que "todo depende de qué tan prolongada sea esta crisis" y los distintos escenarios que se formen.
"Ya se ha mencionado el tema de la duración, pero también está el tema de si va a haber rebrote o no, tampoco está claro cuándo va a salir una vacuna", mencionó acerca de los factores que impiden tener una proyección clara.
Además, en el ámbito nacional aseguró que le preocupa "qué va a pasar con las nuevas presiones de gasto que hay". Mientras que a nivel internacional está atento a la situación de otros países que siguen inciertas, como la reactivación de la capacidad productiva de China y qué va a pasar con Italia y España, que pueden llegar a afectar la economía de la Unión Europea.